Rinoplastia

Este procedimiento no solo busca una nariz armónica con el resto del rostro, sino también preservar o mejorar la función respiratoria. Los resultados suelen ser definitivos, aunque la inflamación puede tardar varios meses en desaparecer por completo. La intervención puede realizarse ...
Rinoplastia

Este procedimiento no solo busca una nariz armónica con el resto del rostro, sino también preservar o mejorar la función respiratoria. Los resultados suelen ser definitivos, aunque la inflamación puede tardar varios meses en desaparecer por completo. La intervención puede realizarse con anestesia general o local con sedación, dependiendo del caso y del cirujano.
Además, existen distintas variantes como la rinoplastia abierta o cerrada, y en algunos casos se puede complementar con mentoplastia para un equilibrio facial más armonioso. La rinomodelación no quirúrgica es una alternativa temporal para correcciones menores, pero no reemplaza a la rinoplastia quirúrgica.

Existen dos técnicas principales: rinoplastia abierta y rinoplastia cerrada.
En la rinoplastia abierta, el cirujano realiza una pequeña incisión en la columela (parte inferior de la nariz) que permite levantar la piel y trabajar con mayor visibilidad sobre las estructuras nasales. Es ideal para correcciones complejas o revisiones de rinoplastias anteriores.
La rinoplastia cerrada, en cambio, se realiza con incisiones internas dentro de las fosas nasales, por lo que no deja cicatrices visibles. Es menos invasiva, con recuperación más rápida, aunque no siempre permite tanta precisión en casos complejos.
En ambas técnicas se puede esculpir el cartílago, reducir el hueso, corregir el tabique y dar forma a la punta nasal.
Para la proyección de la nariz se pueden usar injertos ...
Existen dos técnicas principales: rinoplastia abierta y rinoplastia cerrada.
En la rinoplastia abierta, el cirujano realiza una pequeña incisión en la columela (parte inferior de la nariz) que permite levantar la piel y trabajar con mayor visibilidad sobre las estructuras nasales. Es ideal para correcciones complejas o revisiones de rinoplastias anteriores.
La rinoplastia cerrada, en cambio, se realiza con incisiones internas dentro de las fosas nasales, por lo que no deja cicatrices visibles. Es menos invasiva, con recuperación más rápida, aunque no siempre permite tanta precisión en casos complejos.
En ambas técnicas se puede esculpir el cartílago, reducir el hueso, corregir el tabique y dar forma a la punta nasal.
Para la proyección de la nariz se pueden usar injertos de cartílago del propio paciente, habitualmente del tabique nasal, la oreja o incluso costillas.
La elección de técnica dependerá del objetivo estético, la anatomía del paciente y la experiencia del cirujano.
Es fundamental que el procedimiento esté personalizado y que se respeten las proporciones faciales para lograr resultados armónicos y naturales.

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